Eva Molano
La avispa asiática jamás desaparecerá de Bizkaia, pero la Diputación quiere mejorar el protocolo para controlarla en la medida de lo posible. La portavoz foral, Elena Unzueta, ha recordado este martes tras el Consejo de Gobierno foral que la especie «no supone ninguna amenaza para las personas», aunque sí para la biodiversidad, ya que diezma a la población de abejas autóctonas, con cuyos cadáveres alimenta a sus numerosas larvas, hambrientas de proteína. La institución modificará el protocolo de actuación que estaba en vigor hasta ahora para erradicar estas avispas.

Una operación para retirar un nido de avispa asiática en el barrio bilbaíno de Txurdinaga. / E. C.
La mayoría de los ciudadanos que localizaban un nido alertaban al 112 y los Bomberos habían denunciado que estaban «saturados» por la proliferación de salidas de este tipo. El nuevo protocolo entrará en vigor «en breve», cuando empiece una campaña informativa. A partir de entonces, serán los ayuntamientos los que se ocupen de la gestión de los avisos. Cada una de las 112 corporaciones locales de Bizkaia habilitará un número de teléfono para canalizarlos, y volcarán la información en una aplicación informática desarrollada por Lantik. Después, los ayuntamientos – a través de empresas y agentes autorizados por el Departamento de Sostenibilidad y Medio Natural a los que deberán contratar– realizarán la verificación del nido y comprobaran si este se está activo y si es de velutina. La Diputación creará un registro especial de estas empresas.
Este personal que enviarán los ayuntamientos al lugar del aviso marcará el árbol en cuestión con un spray verde, y si está inactivo, harán un aspa. Después, el aviso se derivará al personal de Basalan, que por norma general será el encargado de su retirada. De hecho, la novedad es que los Bomberos solo los retirarán exclusivamente en casos de emergencia, «cuando se cumpla alguna condición que catalogue como especial la situación o cuando los nidos se encuentren en el mismo casco urbano o en un entorno urbano». Esta medida es precisamente para evitar que «los Bomberos no lleguen a una emergencia de mayor calibre por estar retirando un nido». Por ejemplo, cuando no se puedan neutralizar los nidos desde el suelo, desde escaleras de mano o desde maquinaria comercial como grúas o plataformas, o cuando tengan que ser eliminados «con urgencia» porque estén en parques, hospitales o centros de mayores, o porque existe un riesgo para la salud y se han producido picaduras. También actuarán cuando la retirada de los nidos obligue a tomar medidas especiales de protección porque hay elementos como cables de alta tensión.
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